Nuberu / Reñuberu / Aidegaxto
El Señor (o Señora) de las Nubes y las Tormentas
Datos Básicos
- Nombre común: Nuberu (Asturias, Cantabria), Reñuberu (Asturias, Cantabria), Nubero/a
- Nombres alternativos: Juan Cabrito (Asturias), Juan de Egipto (Asturias), Aidegaxto (País Vasco), Ortzia (País Vasco), Odei (País Vasco), Tempestario (histórico)
- Clasificación ficticia: Spiritus nubilus / Tempestarius ibericus
- Hábitat: Nubes, atmósfera. Baja a tierra ocasionalmente. Asociado a montañas con niebla permanente (Egipto/Brita/Grita en leyendas).
- Distribución geográfica: Cornisa Cantábrica (Asturias, Cantabria), País Vasco, León. Figura extendida por toda España con variantes.
- Tamaño/Peso: Variable. A menudo descrito como pequeño, oscuro y sucio (similar al Trenti). Otras veces como alto, fuerte y con barba (Llano Roza de Ampudia). Puede ser masculino o femenino.
- Longevidad: Desconocida, probablemente muy larga o inmortal.
Descripción Física
La apariencia del Nuberu varía considerablemente según la fuente y la región. Frecuentemente se le describe como un ser pequeño ('paisanín pequeñín'), muy moreno ('muy negru'), sucio y feo, con largas barbas y melena, vistiendo harapos. Esta descripción lo asemeja a otros duendes como el Trenti cántabro.
Sin embargo, otras descripciones, como la de Llano Roza de Ampudia, lo presentan como un ser maligno, feo, de gran estatura y fuerza colosal, vestido con pieles, barbudo y con un sombrero de ala ancha.
Las leyendas también indican que puede ser tanto masculino (Nuberu, Reñuberu, Aidegaxto) como femenino (Nubera).
Distribución Geográfica y Hábitat
Los Nuberos habitan en las nubes y viajan sobre ellas, controlando los fenómenos atmosféricos. Su presencia se asocia a toda la Península Ibérica, siendo especialmente prominente en la Cornisa Cantábrica (Asturias, Cantabria), León y el País Vasco, donde recibe nombres específicos. Algunas leyendas sitúan su hogar en un país lejano como Egipto o la mítica Magonia.
Comportamiento y Poderes
Son los responsables de la lluvia, el granizo, los truenos, relámpagos y tempestades. A menudo disfrutan causando daños en los campos y cosechas, que luego pueden recoger para sí mismos. Se les describe como frecuentemente malhumorados y pendencieros ('Reñuberos'), lo que ha llevado a usar su nombre para calificar a personas gruñonas.
A pesar de su naturaleza a menudo destructiva, pueden mostrarse generosos con quienes les ayudan si caen a tierra o se encuentran en apuros, especialmente si se trata de parejas.
En el País Vasco, Aidegaxto es el responsable de las tormentas, que desata donde elige, aunque se le puede persuadir para que cambie de lugar.
Formas de conjurarlo o protegerse:
- Tocar las campanas de la iglesia.
- La intervención de un cura "con poder" que arroje un zapato o bonete a la nube.
- Quemar laurel bendecido el Domingo de Ramos o llevarlo sobre la cabeza.
- Encender una vela bendecida el Jueves Santo.
- Colocar un hacha con el filo hacia arriba en el umbral.
- Poner una "piedra del rayo" (hacha neolítica) en la chimenea o la puerta.
- Arrojar un trozo de pan haciendo la señal de la cruz (Soria).
- Conjuros específicos (mencionados por Ciruelo y Agobardo como prácticas de 'nigrománticos' o 'tempestarios').
- Señalar con el brazo para dirigir la tormenta a otro lugar (País Vasco).
Historia y Origen del Mito
La creencia en seres que controlan las tormentas es muy antigua. Figuras como el Nuberu o Aidegaxto son herederas de los 'Tempestarios' medievales, hombres (o entidades) a los que se atribuía el poder de levantar vientos y dirigir tormentas mediante encantamientos.
Autores como San Pirmino Abad (s. XI) y Agobardo de Lyon (s. IX) ya advertían contra estas creencias. Agobardo menciona la leyenda de Magonia, un país de donde vendrían naves en las nubes para recoger las cosechas arruinadas por el granizo, pagando a los Tempestarios.
Pedro Ciruelo (s. XVI) y Torquemada (s. XVI) identificaban a estos seres con demonios menores que habitaban en el aire. El Fuero Juzgo (ley visigoda) establecía castigos severos (azotes, marcas, destierro) para quienes practicaran estas artes.
El nombre 'Juan Cabrito' o 'Juan de Egipto' en Asturias lo vincula a leyendas sobre viajes y orígenes lejanos.
Folklore y Relación con Humanos
El Nuberu es una figura ambivalente en el folklore. Temido por su poder destructivo, pero también respetado e incluso ayudado en ocasiones. La tradición recoge numerosos métodos para protegerse de su ira o intentar desviar las tormentas. Su nombre sigue vivo en el lenguaje popular para describir a personas de mal carácter.
Las leyendas a menudo narran encuentros con Nuberos caídos de las nubes, que recompensan la hospitalidad recibida.